Carajitos del profesor |
Los carajitos del profesor son unos
dulces tradicionales famosos en la localidad asturiana de Salas. Su historia
arranca en 1918 cuando Pepín el profesor, un maestro de música, abre un negocio
de restaurante café al que denomina “Casa del profesor”. Poco a poco y dentro
de sus especialidades, se comienzan a hornear unas pastas compuestas de
avellana, fruto seco de gran tradición en Asturias, cuya fama por lo ricas que
están se comienza a extender entre los parroquianos.
Su curioso nombre procede de la
exclamación de un indiano venido de las Américas que cada vez que se le
apetecían unos de estos dulces le decía al profesor ¡dame un carajo de ésos!,
apelativo utilizado en muchos lugares de Latinoamérica. Fue así como se bautizaron
estas sencillas pastas de avellana que hoy, casi un siglo después de que
comenzaran a hornearse, podéis preparar vosotros mismos en casa.
Ingredientes:
250 g de avellana molida, 130 g de azúcar, 90 g de clara
de huevo o aproximadamente 3 claras.
Elaboración:
Comenzaremos precalentando el horno a 180 grados con
calor arriba y abajo, y preparando una bandeja de horno con un papel pergamino
por encima. Pelamos y trituramos las avellanas con un robot de cocina o un
molinillo de café. Las echamos en un bol y lo mezclamos con el azúcar,
removiendo para que se integren bien los dos ingredientes.
Vamos añadiendo la clara de huevo de una en una
removiendo con un tenedor para que la absorba la avellana. Debemos de conseguir
una masa blanda, por lo que dependiendo de la calidad de nuestras avellanas y
de la clara necesitaremos esos 90 gramos o quizá un poco menos.
Cogemos dos cucharas soperas y vamos haciendo montoncitos
más o menos iguales de masa encima de la placa. Horneamos veinte minutos o
hasta que veamos dorados los carajitos. Retiramos del horno, una vez pasados
cinco minutos encima de la bandeja los colocamos en una rejilla para que se
terminen de enfriar.
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